La ansiedad es un estado mental de anticipación; es una respuesta normal del organismo que interpreta que debemos ponernos en alerta ante una situación. Esto puede parecer algo normal y hasta cotidiano en nuestras vidas, pero en los últimos años, tal vez, debido a la calidad de vida y el sin número de actividades que debemos realizar en poco tiempo, las personas han desarrollado cada vez más trastornos de ansiedad.
La ansiedad puede estar relacionada a diferentes eventos, por ejemplo: la ansiedad provocada por las preocupaciones de la vida real como el dinero, la salud, los problemas familiares, etc.; algunas personas sufren de ansiedad social ya que se preocupan demasiado por la percepción que tienen los demás de sí mismos.
Aunque el sentimiento de ansiedad es, en sí, difícil de describir, existen algunas pautas y consejos que te pueden ayudar a mitigar los efectos e intentar combatirla, aquí te contamos algunos de ellos:
1. Respira profundo
Todos conocemos esta técnica, pero la verdad es que la respiración profunda diafragmática activa nuestra respuesta a la relajación, cambiando nuestra respuesta de lucha, por una relajada. Existen muchas técnicas para controlar la respiración, puedes usar la que más te guste; poco a poco descubrirás los beneficios en el punto de vista fisiológico, mental y emocional.
2. Aprende a ser tu propio jefe
La ansiedad puede agravarse al querer compensar el estado de ansiedad recurriendo a comportamientos estereotipados y repetitivos, como por ejemplo: arrancarse el pelo, dar golpecitos con una pierna, etc. Estas conductas inician de manera inconsciente y pueden tener efectos adversos sobre tu cuerpo; de manera que es importante aprender a identificarlas y detenerlas en el momento que aparecen.
3. Haz ejercicio
El ejercicio libera endorfinas, las hormonas que se relacionan con los estados de ánimo positivos y la felicidad. Puedes introducir en tu rutina caminatas cortas o actividades que te gusten como: correr, patinar, nadar, montar en bicicleta, etc.
4. Olvídate de procrastinar
Muchas veces los episodios de ansiedad están relacionados al trabajo, las obligaciones y la toma de decisiones. El miedo que muchas veces produce que una actividad vaya a tener un resultado negativo influye en que empecemos a aplazar los quehaceres; esto puede desencadenar episodios de ansiedad porque la obligación sigue estando en pie.
5. Duerme bien
El no dormir bien, puede desencadenar episodios de ansiedad; si te cuesta trabajo conciliar el sueño, puedes realizar actividades relajantes antes de acostarte a dormir como: darte un baño relajante, tomar un té, escuchar música o tener unos minutos para relajarse y meditar.
6. Desafía tu pensamiento
En algún momento del día, todos tenemos pensamientos inútiles que nos ayudan a mantenernos preocupados. Para mantener alejados este tipo de pensamientos, el primer paso es identificarlos, por lo general empiezan con la pregunta: ¿qué pasaría sí…? de ahí en adelante puedes corregir tus pensamientos cambiándolos por algunos más realistas y adaptables.
7. Tómate tu tiempo
Es importante aprovechar el tiempo que tomamos para descansar, ya que si pasas todo el día intentando estar ocupado para distraer tu mente y no dejar que la ansiedad entre en juego, puede ser muy agotador. Además, intentar hacer muchas cosas puede ser un recordatorio de que estás ansioso y te hará pensar más en ello, por eso es importante tomar momentos para descansar y ser metódicos con ellos.
8. Declaraciones positivas
Las declaraciones precisas pueden ayudar a poner las cosas en perspectiva y te pueden ayudar a entender que la ansiedad es un sentimiento al que puedes aprender a manejar y de alguna manera puedes recuperar el control.
9. Habla con los demás
El apoyo de tus seres queridos y amigos es muy importante a la hora de enfrentar un episodio de ansiedad. Puedes hablar con ellos por teléfono, Skype o salir a tomar un café. Ser escuchado por las personas que te conocen y te quieren puede ser muy beneficioso.
10. Acepta tu ansiedad
Debemos tener claro que la ansiedad es un proceso que no se puede eliminar de manera indirecta, por eso es importante que aceptes tu condición y no intentes luchar contra ella, si no que, debes intentar crear nuevas pautas de comportamiento que te ayuden a mejorar las relaciones de tu cuerpo con el entorno.
Aunque en principio pueda parecer difícil, estos pequeños pasos te ayudarán a controlar la ansiedad y enfrentarte a ella mejorando tu calidad de vida.