Podríamos decir, que este momento en el cual muchas personas con el confinamiento están comenzando a abrir sus mentes, a salir más allá de ellos mismos y a tener más en cuenta al prójimo, es el momento perfecto para compartir la esperanza.
También, es hora de cultivar otras competencias psicológicas con las que se pueda generar una mejor calidad de vida y se puedan crear entornos nutritivos para todos.