Romero, un aroma que mejora tu salud


El romero es un arbusto de tallo leñoso cuya principal característica es su intenso olor alcanforado. La planta crece de manera espontánea en los matorrales mediterráneos junto otras plantas como el tomillo y el espliego.

Del romero pueden utilizarse tanto las hojas como las flores que pueden ser de un color azul claro o violeta claro; su recolección debe realizarse durante la época de primavera y verano, una vez que se han recolectado se deben secar a la sombra en un lugar seco y oscuro. Para almacenarlas, se deberá utilizar en envase de vidrio que debe permanecer cerrado y deberá ser guardado en un lugar lejos de la humedad y la luz para una mejor conservación de las plantas.

El romero es una planta rica en principios activos y cuenta con grandes propiedades medicinales, entre las que se incluyen: es antiséptico, antiespasmódico, aromatizante, depurativo, estimulantes estomacal, carminativo, colagogo (facilita la expulsión de la bilis), diurético o hipotensor.

Aunque las propiedades medicinales del romero la convierten en una grandiosa alternativa para tratar dolencias respiratorias y digestivas, también debemos tener en cuenta que el romero es un condimento muy apreciado en la gastronomía y es utilizado en la aromaterapia.

Algunos de sus usos son:

Usos Internos:

• Los efectos estimulantes y tónicos del romero favorecen la recuperación de las enfermedades respiratorias y digestivas.
• Tomado en infusión ayuda a eliminar los gases acumulados en el tracto digestivo gracias a sus propiedades carminativas.
• Por su alto contenido de hierro, puede ayudar a prevenir y mejorar los casos de anemia.
• Es una planta rica en antioxidantes, por lo que ayuda a neutralizar los radicales libres muy útil en los tratamientos de rejuvenecimiento; también ayuda en los tratamientos de enfermedades como el alzhéimer, el SIDA o el cáncer (colon, leucemia y cáncer de mama).
• El aroma del romero ayuda a mejorar la concentración, el rendimiento, la velocidad y la precisión del estado de ánimo de una persona.
• Por sus propiedades bactericidas puede usarse como complemento en los tratamientos con antibióticos y en algunos tratamientos de enfermedades de transmisión sexual.

Usos externos:

• Los baños de romero o la aplicación del aceite de romero sobre zonas afectadas, puede ayudar a mitigar los dolores musculares y los calambres producidos por el esfuerzo físico; también ayuda a desinflamar y relajar los pies.
• Realizar masajes de aceite de romero mezclado con aceite de almendras sobre el cuero cabelludo ayuda a mejorar la circulación de la zona y fomenta el nacimiento de cabello.
• Ayuda a prevenir que se rompan las uñas frágiles y quebradizas.
• Su uso es reconocido para combatir el mal aliento y para aliviar las llagas y las inflamaciones.

También se usa en casos de amnesia, caspa, celulitis, contusiones, dolores de cabeza, espasmos, frigidez, higiene íntima, hipercolesterolemia, ictericia, procesos inflamatorios, insomnio, reumatismo y tortícolis.

El romero, al igual que otras plantas, debe ser usado con ciertas precauciones ya que su uso excesivo y continuado puede causar toxicidad, generando desde vómitos hasta edema pulmonar.

Es conveniente no abusar de uso ya que debido a sus propiedades estimulantes puede provocar episodios de ansiedad o insomnio.

Además debe tomarse con precaución junto a otros medicamentos como los anticoagulantes como la aspirina, diuréticos (hidrocolorotiazida y furosemida), litio y medicamentos para la presión arterial.

El romero es utilizado principalmente en infusiones y como aceite; también es utilizado en culinaria ya que potencializa el sabor de las comidas. Debido a su capacidad vigorizante, es utilizado en la aromaterapia ya que es un importante equilibrador de la transmisión del sistema neuro-funcional, evitando la somnolencia y ayudando a la concentración, convirtiéndose así en un estimulante muy adecuado para los niños.


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