Conoce el mundo submarino con este deporte


El snorkel es un deporte que se ha puesto de moda en los últimos años, las razones son variadas: es una actividad llamativa, sencilla y beneficiosa, además quienes lo practican tendrán la oportunidad de conocer el mundo submarino.

El snorkel es una forma de disfrutar el mar ampliando la visión del mundo submarino. Este deporte, es una práctica de buceo a ras de agua que representa una gran actividad física y que permite tanto a niños como adultos, adentrarse en un mundo nuevo.

Este deporte es recomendado para los niños ya que despierta su curiosidad al poder ver un mundo diferente, donde hay peces y las algas sustituyen a las plantas, además pueden conocer innumerables colonias de coloridos corales.

Aunque muchas personas pueden pensar que no están preparadas para realizar esta actividad, los expertos consideran que es una actividad segura y al alcance de la mayoría, la única condición que se necesita, es saber nadar.

Algunos expertos afirman: «Sólo se necesita una buena dosis de curiosidad, poder respirar con el tubo por la boca y que se aguante la molestia de llevar gafas de buceo».

Esta es una actividad que puedes considerar realizar ahora que se acerca el verano ya que con seguridad tendrás muchas más ganas de lanzarte al agua a darte un chapuzón.

Técnicas para principiantes

Existen numerosas empresas especializadas en actividades de snorkel; si vas a realizarlo por primera vez utilizando sus servicios, lo más adecuado es que sigas todas las normas y atiendas todas las indicaciones del instructor siguiéndolas al pie de la letra, pues es la personas encargada de enseñarte la técnica adecuada para moverte dentro del agua y cómo respirar.

Si por otra parte, decides practicarlo por tí mismo, debes tener claras algunas ideas para que la práctica sea más segura y adecuada: Lo primero que debes hacer, es aprender a ponerte el material de buceo adecuadamente; la boquilla del tubo debe colocarse entre los dientes sin llegar a morderla y detrás de los labios; las gafas deben ajustarse al tamaño de la cabeza utilizando las cintas, sin que estas aprieten demasiado y buscando que al ponerlas hagan efecto ventosa para evitar que el agua penetre en ellas.

Al meterte al agua, si lo haces caminando, debe ser de espaldas sobretodo si llevas aletas; si llegas al lugar de la inmersión en un barco, debes bajar con cuidado evitando algún impacto que descoloque el equipamento.

Para realizar los movimientos dentro del agua, solamente debes utilizar las piernas, estas deben realizar los mismos movimientos que cuando se nada estilo crol, esto quiere decir que debes mover toda la pierna y no sólo de la rodilla para abajo; la diferencia es que los movimientos deben ser un poco más lentos y manteniendo todo el tiempo los pies o las aletas debajo del agua.

Los principiantes se preocupan principalmente por la respiración; esta debe ser por la boca intentando mantener la tranquilidad y tratando de no entrar en pánico pensando que faltará oxígeno.

Si te vas a sumergir completamente, debes hacer una respiración muy profunda para llenar los pulmones y poder soltar el aire progresivamente bajo el agua.

Al practicar snorkel siempre existe la posibilidad de que entre algo de agua en el tubo; lo que debes hacer es sacar la parte de arriba a la superficie y soplar con mucha fuerza para que el agua salga.

El snorkel al igual que las demás actividades deportivas brinda grandes beneficios, entre ellos:

• Tonifica los músculos

• Aumenta la capacidad pulmonar

• Logra un sistema cardiovascular más potente

• Desarrolla actividades motoras

• Mejora la elasticidad y flexibilidad

• Controla el peso

• Reduce los niveles de estrés

• Aumenta la felicidad

• Mejora la autoestima

Igualmente, el snorkel tiene algunas contraindicaciones que debes tener en cuenta: esta práctica no puede ser realizada por personas que sufran de epilepsia o cualquier lesión neurológica que pueda generar desmayos súbitos, diabetes sin control médico, sinusitis o bronquitis crónica, mujeres embarazadas, problemas cardiovasculares graves, antecedentes de infartos, arritmias, malformaciones cardiacas e hipertensión.

Tampoco debe realizarse si tienes problemas de otitis, neumonía, bronquitis o sinusitis que no sea crónica. En todo caso, lo recomendable es consultar a un médico para que sea quien valore el problema y aplique una solución en cada caso particular.


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