La liberación de adrenalina, siempre que no sea en exceso, repercute positivamente en el organismo. Algunas de las acciones de la adrenalina en el cuerpo incluyen: aumento del ritmo cardiaco, contrae los vasos sanguíneos, dilata las vías aéreas, y participa en la reacción de lucha o huida del sistema nervioso simpático.
El exceso tiene efectos negativos como: hipertensión, estrés crónico, cefaleas, ansiedad, náuseas, mareos, insomnio, problemas de visión temporales, irritabilidad, problemas cardiacos si se mantiene el nivel elevado mucho tiempo e incremento de la glucosa.