Los efectos reparadores de la caléndula se deben, al igual que en otras plantas a sus principios activos; estos principios son utilizados por las plantas para sobrevivir en los ambientes que habitan, para defenderse de los depredadores y para atraer insectos polinizadores.
Estos componentes bioquímicos tienen en muchos casos una similitud evolutiva con nuestros propias moléculas, lo que explica su posible eficacia terapéutica. Algunas de sus propiedades incluyen: