Luego de casi dos años de espera, anoche 14 de abril, se estrenó el primer capítulo de la octava y última temporada de la aclamada serie Game of Thrones.
La serie de fantasía medieval creada por David Benioff y D. B. Weiss y producida por la cadena HBO, está basada en las novelas del escritor George R. R. Martin, Canción de hielo y fuego. La temporada 8 estará basada en los libros de la misma saga «Vientos de invierno» y «Sueño de primavera», los cuales aún no han sido publicados.
La temporada contará únicamente con seis capítulos, los cuales prometen cerrar todas las tramas y responder todas las preguntas de la serie.
Si bien es cierto, que los fanáticos de la serie acostumbrados a las sorpresas y a los escenarios imprevisibles dentro de la trama, tienen casi como una necesidad, tejer diferentes teorías alrededor de la lucha de poderes y de la naturaleza de los personajes, tanto así que el actor danés Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister), ha afirmado que es muy posible que algunas de estas sean correctas.
Lo cierto es que aún sabemos muy poco de lo que pueda ocurrir en el desenlace de la serie; lo que sí sabemos es que el rodaje de la serie se prolongó durante diez meses, como resultado de una megaproducción donde el nivel de detalle ha sido tal, que escenas que antes tardaban un día en rodarlas, han tardado hasta cinco veces más con la idea de tener más opciones en el mensaje final.
Sobre la trama, tampoco sabemos mucho más, sólo que se librará una gran batalla como nunca antes se ha visto en televisión, además en el primer capítulo de anoche pudimos ver cómo se vislumbran algunos tintes de la compleja maraña y de nuevas intrigas dentro de la trama.
¿Qué vimos en el primer capítulo?
El principio fue bastante imponente con Jon Snow y Daenerys Targaryen comandando un gran ejercito y los dragones sobrevolando Winterfell; toda esta grandeza se vio contrastada con el disgusto de Sansa Stark ante la aparición de un nuevo monarca y a la reacción de Arya quien susurró al oido de su hermano: «No olvides a tu familia»; demostrando las barreras que Snow tendrá que lidiar debido a las nuevas alianzas.
Aunque el primer capítulo fue mucho menos sangriento de lo que se esperaba, tuvo varios elementos para vaticinar lo que se avecina.
El capítulo estuvo lleno de emotivos reencuentros, como el de Jon Snow con sus hermanos Bran y Arya y algunos con notas de humor como el de Tormund y Edd.
Uno de los momentos más impactantes del episodio, fue la revelación de los orígenes de Jon Snow, un momento creado bajo la rapidez que ahora impone la despedida de la serie; aquí debemos tener cuidado porque ahora las viejas rencillas, los pecados del pasado y las deudas pendientes adquirirán gran relevancia a lo largo de los demás capítulos.
También Cersei nos deja mucho que pensar, al sonreír cuando se le comunicó que el ejercito de los muertos había cruzado el muro, ¿tendrá un as bajo la manga?
Debemos esperar un poco más para ver como las intrigas juegan su papel en este deselance, aunque muy posiblemente veamos como termina el idilio entre el Rey del Norte y la Reina de los Dragones; amanecerá y veremos.