Probablemente has escuchado hablar de la dieta cetogénica o dieta keto, esta dieta es muy baja en carbohidratos y alta en grasa; la idea primordial de este enfoque es convertir al cuerpo en una máquina de quemar grasas, lo que permite bajar de peso, beneficiando la salud y el rendimiento deportivo.
El nombre de esta dieta tiene su origen en que la dieta causa la producción de pequeñas moléculas de energía llamadas «cetonas»; estas moléculas hacen las veces de un combustible alternativo para el cuerpo el cual se utiliza cuando hay una escasez de glucosa en la sangre.
Las cetonas se producen en el hígado a partir de la grasa, luego son utilizadas en forma de energía; por todo el cuerpo, incluyendo el cerebro. El cerebro consume diariamente una gran cantidad de energía y no puede alimentarse directamente de las grasas, sino que se alimenta de la glucosa o las cetonas.
La dieta cetónica cambia la provisión de energía de todo el cuerpo, haciéndolo funcionar casi que exclusivamente con grasa. Los niveles de insulina se reducen y la quema de grasa aumenta drásticamente, esto permite acceder más fácilmente a los depósitos de grasa corporal para quemarlos; esto es maravilloso si estás tratando de bajar de peso, pero hay también otros beneficios menos evidentes, como por ejemplo, tener menos hambre y alcanzar una provisión estable de energía.